Como parte de nuestra campaña "¡Familias Juntas!", estamos compartiendo las voces de los residentes indocumentados.
Esta vez tenemos a J, un estudiante de secundaria con nacionalidad filipina.
Actualmente, sus padres y J residen en Japón como residentes irregulares sin estatus de residente.
"Mis sentimientos"
Mi nacionalidad es filipina. Nací en Japón.
Cuando estaba en cuarto grado de primaria, me enteré de que la oficina de inmigración había arrestado a mi padre. En ese momento, no entendía bien por qué. Sin embargo, me enteré de que lo habían arrestado por exceder su visa, y que la oficina de inmigración lo había arrestado durante un año y dos meses. La vida sin mi padre fue muy difícil y dolorosa.
Sin embargo, mis padres y yo no nos rendiremos hasta obtener un permiso especial para quedarnos. Porque amamos Japón. Porque queremos vivir aquí para siempre. Así que mis padres han solicitado permiso en la oficina de inmigración muchas veces. Y les han dicho cosas muy duras muchas veces. Pero tenemos un fuerte deseo de quedarnos en Japón, así que no nos hemos dado por vencidos. Seguiremos solicitando permiso en la oficina de inmigración.
Mi problema actual es que no tengo seguro médico. Me gusta el fútbol y también soy miembro del club. Me lesiono jugando al fútbol, pero no tengo seguro, y aunque quiera ir al hospital, cuesta más que a todos, y no quiero molestar a mi familia, así que oculto mis lesiones. Y no puedo jugar al fútbol con la libertad que quisiera. Necesito un seguro.
Mi familia y yo hemos pasado por muchas dificultades. Sin embargo, seguiremos trabajando duro juntos como familia, sin rendirnos, para poder vivir en paz en este Japón que amamos y para que podamos recibir un permiso especial para quedarnos.